Las incubadoras neonatales son equipos médicos empleados comúnmente para brindar un ambiente en el que se controlan variables que permiten el adecuado desarrollo de los recién nacidos, bien sean prematuros o a término, que no se encuentren preparados para adaptarse al medio exterior (extrauterino).
Funciones que llevan a cabo las incubadoras neonatales
Las incubadoras neonatales están perfectamente diseñadas para manipular al recién nacido sin sacarle de la incubadora, lo que permite llevar a cab para acciones que involucran:
- Aislamiento: El espacio cerrado que ofrecen las incubadoras neonatales protege al recién nacido y brinda un aislamiento similar al que tenían el interior uterino. Los recién nacidos poseen un sistema inmunológico inmaduro que no está totalmente apto para combatir con microorganismos infecciosos.
- Suministrar oxigeno: Las incubadoras permiten aumentar la concentración de oxígeno en su interior, cuando esto se requiere, esto es de gran utilidad en los recién nacidos con problemas respiratorios.
- Tratar la ictericia: A través de la aplicación de luz UV dentro de la incubadora, se puede tratar la ictericia de los recién nacidos, ya que esta terapia con luz UV favorece la degradación de la bilirrubina y así su disminución en sangre y mucosas.
- Llevar un control de peso: Las incubadoras neonatales poseen un monitor que permite mantener un registro de manera continua del peso del recién nacido. Esto se considera un factor clave a la hora de analizar la hidratación, retención de líquidos y estado nutricional.
- Monitorear parámetros vitales: Estos equipos permiten también monitorear funciones vitales de los recién nacidos, como su respiración y su actividad cardiaca y cerebral.
¿Cómo está compuesta una incubadora neonatal?
Una incubadora neonatal está formada por una cúpula y el chasis. La cúpula es esencial para mantener los medios necesarios para el neonato. Por su parte, el chasis contiene la fuente de poder y los sensores que alertan en caso de falla, para la protección del neonato.
La cubierta o cúpula es la responsable de aislar al bebé y crear una barrera entre el ambiente externo y el microambiente generado por la incubadora; esto significa que lo protege de situaciones como corrientes de aire, bajas temperaturas, entre otros. La cubierta debe cumplir ciertas características especiales; debe permitir la visibilidad del bebé y estar hecha de un material que no reaccione con el oxígeno, para evitar la corrosión en casos donde sea necesaria la oxigenoterapia.
Generalmente se utiliza un material acrílico que contiene cierto porcentaje de polipropileno y otros polímeros, y tiene aproximadamente 6 mm de grosor, suficientes para aislar el ambiente externo del microambiente de la incubadora.
La cúpula debe tener diferentes puertas de acceso para facilitar el cuidado del neonato, reducir al mínimo la pérdida de temperatura y, en general, evitar cambios bruscos en el ambiente interno y el menor contacto con el medio exterior. Las incubadoras cuentan con dos puertas frontales, dos laterales y dos posteriores, cada una cubierta por un plástico especial para atenuar la pérdida de calor; además, cuentan con una puerta grande en la parte frontal, por donde se introduce el bebé.
El chasis es la base metálica de la incubadora. En él se encuentran los diferentes sensores y la fuente de poder, y sobre él se localiza el portacolchón.
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