La unidad electroquirúrgica, también conocida como electrobisturí, es un equipo médico que emplea fenómenos eléctricos generadores de calor; con el fin de coagular, fulgurar, desecar o cortar tejidos, dependiendo de los parámetros establecidos por el operador médico. La generación de calor se logra a través del paso de una corriente eléctrica oscilatoria, concentrada en un área pequeña.
La importancia del uso en quirófano de las unidades electroquirúrgicas es que estos dispositivos hoy en día se consideran instrumentos esenciales en estos lugares, debido a que los mismos producen incisiones precisas sin necesidad de ejercer presión en los tejidos, así como también permiten el fácil acceso a áreas difíciles o comprometidas, ofrecen una excelente comodidad en el levantamiento de tejidos hipertróficos, facilitan la contención de hemorragias y la cicatrización de los tejidos gingivales con el correcto uso, y también previenen la infiltración de microorganismos en la línea de incisión.
En la actualidad más del 80% de las cirugías utiliza dispositivos que aplican energía a los tejidos. De hecho, la mayoría de las especialidades quirúrgicas se han beneficiado de las unidades de electroquirurgicas. Aunque la energía monopolar y bipolar, forma la base de la electrocirugía, a lo largo de los años se han hecho modificaciones, tanto en los generadores electroquirúrgicos como en los instrumentos manipulados por el cirujano. Todo en busca de disminuir las complicaciones y aumentar la eficiencia quirúrgica de la electrocirugía.
¿Cómo esta constituida una unidad electroquirurgica?
Una unidad electroquirúrgica consta, esencialmente, de las siguientes partes:
- Indicadores de los modos de operación.
- Selectores de potencia.
- Interruptor de pie
¿Cómo funcionan las unidades electroquirúrgicas?
Las unidades electroquirúrgicas, conocidas también como electrobisturí o bisturí caliente, utilizan energía eléctrica de alta frecuencia para crear calor, con el fin de coagular o cortar tejidos biológicos. Se emplean frecuencias por encima de 200.000 Hz debido a que estas no interfieren con los procesos nerviosos y solo producen calor.
La energía calorífica proviene de los electrones desplazándose de los átomos a razón de una diferencia de potencial eléctrica (es decir, su movimiento desde la zona de mayor electrones a menor electrones); este movimiento de partículas genera fotones que poseen energía, la cual se transforma en energía calorífica.
La impedancia, o resistencia al paso de electrones, que presentan los tejidos, se manifiesta con un aumento del calor, que es lo que origina el efecto deseado. Así, con una onda eléctrica sin modular, se produce un corte puro, pero si la onda se modula o interrumpe, se logra la coagulación. El paciente forma parte del circuito eléctrico que conforma el equipo de la electrocirugía, por lo tanto, el uso inadecuado, puede producir quemaduras.
Beneficios de la unidad electroquirúrgica
- Disminuyen sustancialmente al sangrado de los tejidos, con lo cual se evita el uso de gasas, que sean relacionados con infecciones del sitio quirú
- Permite una buena asepsia y disminuye la probabilidad de transmitir infecciones de tejidos enfermos a sanos.
- Proveen un ahorro de tiempo considerable.
- Variedad en la instrumentación, adecuada para cada acto quirúrgica.
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