El COVID-19, es una enfermedad viral infecciosa provocada por el virus conocido como SARS-CoV-2. Se caracteriza por producir fiebre, tos, dificultad para respirar, dolor muscular y fatiga, sin embargo, en ocasiones en las que la enfermedad se torna grave, puede provocar neumonía, sepsis, síndrome de dificultad respiratoria o choque circulatorio. Las personas se pueden contagiar cuando un individuo infectado emite microgotas de fluidos al hablar, estornudar, respirar o toser.
Existen varias pruebas para diagnosticar el COVID-19, una de las más comunes y utilizadas es la prueba RT-PCR, donde se realiza la toma de muestra mediante un hisopado nasofaríngeo u obteniendo la muestra de alguna parte del tracto respiratorio, como la faringe. A pesar de la existencia de esta prueba, existen otras que son igualmente útiles para el diagnóstico y monitoreo de la enfermedad, estas son las pruebas serológicas, las cuales a diferencia de la PCR, utilizan el suero que se separa de la sangre del paciente a diagnosticar. El diagnóstico con pruebas serológicas es muy importante en la identificación y monitoreo de personas infectadas, inmunes y potencialmente protegidas. Son dos los ensayos más comunes, los inmunocromatográficos y el test de ELISA.
Fundamentos de un lector de microplacas
Los lectores de microplacas, son instrumentos utilizados en los laboratorios con el fin de detectar agentes físicos, químicos o biológicos contenidos en una muestra que se esté evaluando. Son equipos multimodales, esto quiere decir que tienen la capacidad de realizar varios tipos de ensayos o experimentos al mismo tiempo. Dentro de sus funciones principales se encuentran la realización de mediciones de fluorescencia, luminiscencia y absorbancia.
Todos los lectores de microplacas están formados por micropozos o pocillos, que es en donde se deposita la muestra a analizar. Una de las pruebas más comunes que realiza este equipo, es el test de ELISA, para el diagnóstico de antígenos en sangre. A través de este ensayo se pueden diagnosticar enfermedades como el dengue, la hepatitis B, la fiebre amarilla, el VIH y el COVID-19.
Protocolo de detección de COVID-19 a través de prueba ELISA y lector de microplacas
ELISA, es un tipo de ensayo inmunológico, el nombre es un acrónimo de Enzyme-Linked Immunosorbent Assay, que significa ensayo inmunoabsorbente ligado a enzima. La técnica de ELISA es comúnmente utilizada para la detección de antígenos o anticuerpos, así como para proteínas y glicoproteínas que se puedan encontrar en muestras biológicas. En la medicina y bioquímica clínica, el test de ELISA es especialmente útil gracias a su alta sensibilidad y especificidad, a lo sencillo que es el protocolo y a la seguridad, ya que no son necesarios reactivos peligrosos. A continuación se describen los pasos de la técnica de ELISA para COVID-19:
- En los micropozos de la placa del lector de microplacas, donde se encuentra el antígeno SARS-CoV-2, se deposita la muestra proveniente del paciente, es decir, el suero.
- Si en la muestra proveniente del paciente existen anticuerpos contra SARS-CoV-2, estos van a reconocer al antígeno y formarán un complejo. Posteriormente, la placa se lava con una solución detergente para eliminar elementos o células que no sean específicos.
- Se añade el anticuerpo de captura marcado con la enzima.
- Se añade el sustrato de la enzima para posteriormente incubar.
- En aquellos micropozos en los que la muestra provenga de pacientes que sí están infectados y que tengan anticuerpos contra el virus, los anticuerpos que estén marcados con la enzima van a actuar sobre el sustrato y se producirá un cambio de color, esto quiere decir que la prueba es positiva.
- El cambio de color se puede evaluar a simple vista o cuantificarse a través de un lector de microplacas.
- En caso de que la prueba sea negativa, el sustrato no cambia de color.
Lectores de microplacas marca Kalstein
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- Gran capacidad de almacenamiento para 1000 elementos de prueba y 1.000.000 de resultados.
- LCD táctil en color de 10,4 pulgadas.
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