Los reactivos de hematología son importantes para la realización de pruebas diagnósticas; la calidad de los reactivos debe observarse sistemáticamente para estar seguros de obtener resultados precisos, dicha calidad incluye la estabilidad reactiva y el control para garantizar valores dentro de los límites permitidos.
El agua, las pipetas, las soluciones salinas, los tubos de ensayo, los reactivos, los contadores y todos los demás materiales necesarios para las pruebas hematológicas deben cumplir estrictos y periódicos controles de calidad; la realización de estos controles de calidad es una parte importante para proporcionar un diagnóstico clínico seguro y eficaz.
Existe una amplia gama de reactivos que deben utilizarse con los nuevos kits de hematología de forma responsable
Esto incluye reactivos de hematología como diluyentes, fluidos esqueléticos, tampones, también deben ser utilizados para la realización de estas pruebas, estos reactivos deben ser controlados cada vez que se utilizan para garantizar la calidad de los resultados.
Asimismo, existen dos directrices principales para el control de calidad de los reactivos: el control interno y el control externo; el control interno se realiza con controles de perfil de los procedimientos de prueba a través de la plantilla de control del paciente, en la que se registra información específica sobre los resultados obtenidos.
El control de calidad externo de los reactivos genera una gran precisión y eficacia en los resultados de las investigaciones
Por otro lado; el control externo se realiza con controles de calidad externos y referencia de muestras, esto se lleva a cabo, para garantizar la consistencia de los resultados; esto implica la calibración de los instrumentos con muestras externas y ayuda a evaluar la exactitud y precisión de los resultados obtenidos con el equipo.
Estas muestras tienen un contenido conocido, por lo que se pueden verificar los resultados obtenidos; además de los controles de calidad internos y externos, existen otras estrategias para supervisar la calidad de los reactivos de hematología.
Estrategias que pueden añadirse en la evaluación del control de calidad de los reactivos
Entre ellos se incluye el seguimiento de tendencias, que se refiere al análisis en profundidad de los datos obtenidos durante los controles internos y externos en relación con los resultados obtenidos; los indicadores clave de rendimiento (KPI) se utilizan para evaluar los resultados de las pruebas.
Estos KPI pueden tenerse en cuenta para detectar y corregir tanto los problemas de recurrencia de los puntos de referencia como las incoherencias, como los errores de lote o de equipo.
Los especialistas deben asegurarse de que los reactivos están libres de contaminantes para evitar falsos positivos y resultados erróneos.
Por último, una forma importante de controlar la calidad de los reactivos hematológicos es asegurarse de que se cumplen todas las normas de seguridad, tecnológicas y de calidad pertinentes; esto incluye confirmar que los reactivos utilizados incluyen los aditivos necesarios en las concentraciones correctas.
Está claro que el control de calidad es una parte fundamental del éxito de un laboratorio de hematología; aunque se pueden realizar muchas pruebas para garantizar resultados de calidad, es importante dedicar tiempo a supervisar cuidadosamente la calidad de los reactivos para garantizar resultados precisos y la seguridad de los pacientes.
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