El Calor Extremo Acelera el Envejecimiento Biológico, Según un Estudio Científico

Influencia del Clima en el Envejecimiento Celular

Un reciente estudio ha revelado que el clima en el que vivimos puede afectar la velocidad a la que envejecemos a nivel celular. Según la investigación publicada en Science Advances, las personas que residen en regiones con temperaturas extremas más frecuentes presentan una edad biológica acelerada en comparación con aquellas que viven en áreas más frescas. Este concepto de «edad biológica» se refiere a la condición de nuestras células, en lugar del tiempo transcurrido desde nuestro nacimiento.

El Aumento de las Temperaturas y sus Consecuencias

A medida que avanza el cambio climático, un número creciente de personas en todo el mundo se enfrenta a temperaturas extremadamente altas. En Estados Unidos, por ejemplo, la temporada promedio de olas de calor ha aumentado en 46 días en 50 de las ciudades más grandes del país desde la década de 1960. Las olas de calor pueden tener consecuencias devastadoras para la salud, especialmente en adultos mayores, aumentando el riesgo de hospitalizaciones, enfermedades cardiovasculares, disfunción renal y mortalidad, según Eunyoung Choi, PhD, coautora del estudio y asociada postdoctoral en la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California.

Descubrimientos sobre el Efecto del Calor en la Salud

Los hallazgos del estudio ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo se desarrollan estas condiciones. Choi explica que «los efectos del calor extremo pueden no manifestarse de inmediato como una condición de salud diagnosticable, pero podrían estar causando un daño silencioso en nuestro cuerpo». El objetivo del estudio fue descubrir estos efectos ocultos del calor en el organismo, que son un precursor importante antes de que se conviertan en problemas de salud más graves.

Metodología del Estudio

Para llevar a cabo su investigación, Choi y su equipo analizaron muestras de sangre de 3,679 participantes de 56 años o más, que formaban parte del Estudio Nacional de Salud y Jubilación. Examinaron estas muestras, recolectadas en diferentes momentos a lo largo de seis años, en busca de cambios epigenéticos, que son alteraciones en la forma en que los factores ambientales externos activan o desactivan genes individuales a través de un proceso conocido como metilación del ADN. Para cuantificar estos cambios, utilizaron «relojes epigenéticos», herramientas que estiman la edad biológica basándose en patrones de metilación.

Comparación de Datos y Resultados

Los científicos compararon los cambios en la edad biológica de los participantes con los índices históricos de calor de sus ubicaciones y el número de días de calor registrados por el Servicio Nacional de Meteorología entre 2010 y 2016. Regiones como Phoenix y Tucson en el sur de Arizona, Brownsville y Laredo en el sur de Texas, así como Miami y Tampa en Florida, se destacaron como algunas de las más calurosas.

Los participantes que vivían en estas áreas experimentaron hasta 14 meses de envejecimiento biológico adicional en comparación con aquellos que residían en regiones con menos de 10 días de calor al año. Estos vínculos se mantuvieron incluso al considerar factores como la actividad física, el consumo de alcohol y las diferencias socioeconómicas.

Implicaciones de los Resultados

Aunque algunos estudios anteriores habían sugerido que la exposición al calor podría influir en el envejecimiento, a menudo se limitaban a poblaciones más pequeñas y específicas. Choi señala que «al aprovechar una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores en EE. UU., nuestro estudio proporciona evidencia más amplia de que la exposición crónica al calor puede acelerar el envejecimiento biológico a nivel poblacional».

En cuanto a cómo podría ocurrir esto, Choi sugiere que las temperaturas más altas podrían desencadenar estrés celular e inflamación, así como influir en los patrones de metilación del ADN. Esto puede suprimir o activar genes, lo que potencialmente lleva a efectos de envejecimiento sistémico.

Consideraciones y Limitaciones del Estudio

Es importante destacar que, aunque los resultados pueden parecer alarmantes para las personas mayores que viven en climas cálidos, el estudio solo muestra una asociación entre el envejecimiento biológico acelerado y las olas de calor frecuentes, sin probar una relación de causalidad. Además, los autores reconocen algunas limitaciones en su investigación. Por ejemplo, no se disponía de información sobre el uso de aire acondicionado por parte de los participantes, lo que podría haber tenido un efecto «mitigante» en los residentes. También se cuestiona la «validez» del uso de relojes epigenéticos en poblaciones genéticamente y ambientalmente diversas, y no se sabe si los cambios epigenéticos observados son necesariamente perjudiciales; podrían representar «respuestas adaptativas al calor» en lugar de «cambios únicamente maladaptativos asociados con el envejecimiento acelerado».

Choi también aclara que «los hallazgos no significan que cada persona que viva en áreas más cálidas tenga una edad biológica mayor». En cambio, en promedio, las personas en regiones más calurosas tienden a mostrar signos de envejecimiento más rápido. Dos personas que viven en el mismo vecindario pueden tener exposiciones al calor muy diferentes según su estilo de vida y factores socioeconómicos.

La Necesidad de Más Investigación

Se requiere más investigación, como estudios que se centren en cambios de temperatura más sutiles, para comprender completamente este tema apremiante, según Barrak Alahmad, MD, MPH, PhD, instructor de salud ambiental en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.

Independientemente de si el envejecimiento biológico acelerado está en juego, es evidente que las olas de calor pueden ser peligrosas para las poblaciones envejecidas. Los expertos no sugieren medidas extremas como mudarse, pero sí recomiendan tomar precauciones adicionales cuando las temperaturas aumentan.

Recomendaciones para Mantenerse Seguro

Para mantenerse seguro, Tarik Benmarhnia, PhD, profesor asociado en el Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, San Diego, recomienda beber abundante agua, permanecer en interiores si es posible y buscar espacios con aire acondicionado, como centros de enfriamiento locales. «Usar ropa ligera y transpirable puede ayudar a reducir la tensión por calor», añade Choi.

Sin embargo, también es responsabilidad de las comunidades ofrecer soluciones. Choi enfatiza que «a medida que los eventos de calor extremo se vuelven más comunes, necesitamos pasar de respuestas de emergencia reactivas a una planificación proactiva en infraestructura y salud».

Choi EY, Ailshire JA. Ambient outdoor heat and accelerated epigenetic aging among older adults in the US. Sci Adv. 2025;11(9):eadr0616. doi:10.1126/sciadv.adr0616.
U.S. Global Change Research Program. Heat waves.

Kalstein Team