El procesamiento de tejidos es una parte muy importante de cualquier laboratorio de histología, y comienza con la obtención del tejido objeto de estudio. En el caso de los tejidos vegetales directamente se toman muestras de los distintos órganos que componen el cuerpo de la planta, mientras que los tejidos humanos y animales se pueden obtener de diferentes formas a través de Biopsias (excisional, incisional, endoscópica, colposcópica, etc.) y por necropsia/autopsia.
Fijación del tejido
Las muestras son habitualmente fijadas con unas soluciones líquidas denominadas fijadores, las cuales se usan para mantener las estructuras celulares y moleculares inalterables durante el procesamiento posterior y con una organización lo más parecida posible a como se encontraban en la muestra viva.
Lavados
Se debe lavar el tejido para quitar el exceso de fijador (químico). El exceso de fijador durante el posterior proceso de infiltración, incluso en la microtomía, podría afectar los cortes histológicos, y por ello se debe lavar con agua destilada.
Deshidratación
La deshidratación se realiza empleando diferentes soluciones de alcohol a concentraciones crecientes hasta llegar a alcohol puro.
Aclaramiento
En este paso se sustituye el alcohol por una sustancia que haga de intermediario entre el agua y la parafina que se usará posteriormente para la infiltración. La sustancia comúnmente utilizada es el xilol aunque también pueden usarse otros disolventes orgánicos como benceno. Durante este proceso el tejido pierde color dando lugar al término de aclaramiento.
Infiltración
La muestra se coloca en parafina histológica en estado líquido, lo cual se consigue calentando la parafina por encima de su punto de fusión. La deshidratación, aclaramiento e infiltración pueden ser realizadas manualmente pero hoy en día se realizan de modo automático en máquinas específicas.
Inclusión
Tiene como finalidad proporcionarle al tejido un soporte sólido que posibilite realizar un corte muy fino, por lo que es de suma importancia que el medio utilizado para la inclusión penetre al interior del tejido. Esto se consigue embebiendo el tejido con sustancias líquidas que posteriormente polimerizarán (resinas) o se volverán consistentes (ceras).
Microtomía
Tras la inclusión o la congelación se procede a cortar los tejidos, es decir, obtener secciones. Existen diferentes aparatos de corte que permiten conseguir secciones de distinto grosor: ultrafinas (del orden de nm), semifinas (de 0,5 a 2 µm), finas (entre unas 3 y 10 µm) y gruesas (mayores a 10 µm).
Tinción
Las células, por sí mismas, no poseen coloración. Por tanto, para poder observar la morfología tisular deben «teñirse». Existen muchos tipos de tinciones para diferenciar las distintas estructuras o sustancias en los tejidos.
La tinción más usada es la de hematoxilina y eosina. La hematoxilina tiñe las sustancias ácidas o estructuras que las contengan, como el núcleo que contiene ácido desoxirribonucleico (ADN) y la eosina tiñe las estructuras básicas como el citoplasma y demás orgánulos eosinofílicos de la célula.
Observación
Los tejidos procesados se observan con los microscopios. Existen dos tipos básicos de microscopios: óptico y electrónico. Los primeros ofrecen una gran versatilidad en cuanto a modos de observar los tejidos, mientras que los segundos permiten un gran poder de resolución, pudiéndose observar características ultraestructurales como membranas celulares o incluso complejos moleculares.
La técnica histológica es muy empleada en laboratorios y hospitales. Permite hacer diagnósticos de distintas enfermedades, como para saber si un tumor es maligno o benigno, etc.
Procesador de tejidos
Un procesador de tejidos es un instrumento que se utiliza para analizar y procesar muestras al fijarlas, teñirlas, deshidratarlas o descalcificarlas.
Estos dispositivos han evolucionado lentamente para ser más seguros de usar, manejar números de muestra más grandes, procesar más rápidamente y producir resultados de mejor calidad. La mayoría de los procesadores modernos de transferencia de fluidos emplean altas temperaturas, circulación efectiva de fluidos e incorporan ciclos de vacío/presión para mejorar el procesamiento y reducir los tiempos de procesamiento.
En Kalstein tenemos a su disposición procesadores de tejido que son de gran utilidad en el laboratorio de histología. Puede obtener una información más completa sobre ellos echa un vistazo AQUI