Una centrífuga es un equipo que separa partículas de una solución homogénea a través del movimiento de rotación y de la aceleración centrífuga, ocasionando sedimentación de sus componentes.
La centrifugación es regida por la ley de Stokes, quien propone las partículas sedimentan más fácilmente mientras mayores sean en su diámetro y peso específico, y cuando menor sea su viscosidad. Se debe considerar que la función del líquido es esencial, sin su viscosidad todas las partículas se precipitarían a la misma velocidad.
Tipos de centrífugas de laboratorio
Para cada investigación o análisis existe un tipo de centrifuga especial, y el tipo de centrifuga viene determinado por el valor de la fuerza centrífuga relativa (F.C.R.), esta es la fuerza que se necesita para que se produzca la separación de las partículas.
Según su rotor:
- Rotor de ángulo fijo: Diseño que permite sostener las muestras a un angulo fijo con respecto del eje.
- Centrifugas tubulares: Utilizadas para aplicaciones con gran cantidad de volúmenes, no poseen contenedores individuales para muestras.
- Rotor basculante: En este tipo de centrifuga, el espacio para cada muestra no es fijo, permitiendo a las muestras ajustar su ángulo en base al contenido de cada contenedor
Según el rango de velocidad de giro:
- Minicentrífugas: Alcanza una velocidad de 13.000 r.p.m. Se utilizan por lo general en Biología molecular.
- Centrífugas de alta velocidad: Alcanzan velocidades máximas entre 18.000 y 25.000 r.p.m. Estas centrifugas se usan en la separación de fracciones moleculares.
- Centrífugas de baja velocidad: Son de pequeño tamaño y alcanzan una velocidad máxima de 6.000 r.p.m. Se utilizan para la separación de partículas grandes como células.
- Minicentrífugas: Alcanza una velocidad de 13.000 r.p.m. Su principal uso es en el campo de la biología molecular.
- Centrífugas de alta velocidad: Alcanzan velocidades máximas entre 18.000 y 25.000 r.p.m. Se utilizan principalmente en la separación de fracciones moleculares.
- Ultracentrífugas: Superan las 50.000 r.p.m. Se emplean en la obtención de datos precisos de propiedades de sedimentación y para aislar partículas de bajo coeficiente de sedimentación.
Según su uso:
- Analíticas: Diseñadas para realizar análisis de sedimentación de macromoléculas, obteniendo diferentes datos como masa molecular y coeficiente de sedimentación, aplicando los principios químicos.
- De hematocritos: Son centrifugas utilizadas para el análisis de sangre, específicamente para determinar el volumen de células rojas.
- De laboratorio: Son de uso general, existen diferentes tipos, aunque su función es prácticamente la misma, entre ellas tenemos las centrifugas preparativas, las clínicas y las de alta velocidad.
- Centrifugas de gas: Estas utilizan el mismo principio de centrifugación, pero se usan para analizar la separación isotópica en un gas.
Según el proceso de centrifugado:
- De filtración: Estas requieren un filtro, que puede ser de tela, malla u otro material. La suspensión a analizar, se hace pasar por el filtro, de adentro hacia afuera, permitiendo así que los elementos solidos queden en el filtro, mientras el líquido pasa al otro lado.
- De sedimentación: Se emplean en la purificación de soluciones. En el proceso de centrifugación todos los sólidos o compuestos más pesados son enviados al fondo del contenedor.
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